SEMINA VERBI EN LAS APOLOGÍAS DE SAN JUSTINO

APOLOGÍA I, 44-46
 

PLATÓN DEPENDE DE MOISÉS

44. Esta doctrina nos la ha enseñado el Espíritu profético, que por medio de Moisés nos atestigua haber dicho Dios al primer hombre, al que había creado, de esta manera: Mira que ante tu faz esta el bien y el mal: escoge el bien  2. Y a su vez, por Isaías, otro de los profetas, sabemos fue dicho en persona de Dios, Padre y Soberano del Universo, a este mismo propósito: 3. Lavaos, volveos limpios, quitad la maldad de vuestras almas. Aprended a obrar el bien, juzgad al huérfano, haced justicia a la viuda, y entonces venid y conversemos, dice el Señor. Aun cuando vuestros pecados fueren como la purpura, como lana los dejare blancos; aun cuando fueren como escarlata, como nieve los blanqueare. 4. Y si quisiereis y me escuchareis, comeréis los bienes de la tierra; mas si no me escuchareis, la espada os devorara. Porque la boca del Señor ha hablado esto.  5. La anterior expresión: "La espada os devorara", no quiere decir que hayan de ser pasados a filo de espada los que desobedecieren, sino que por "la espada" hay que entender el fuego, cuya presa son los que han escogido practicar el mal. 6. Por eso dice: La espada os devorará, porque la boca del Señor ha hablado. 7. Porque si hubiera hablado de la espada que corta y al instante se separa, no hubiera dicho "devorara". 8. De suerte que Platón mismo, al decir: "La culpa es de quien elige, Dios no tiene culpa" lo dijo por haberlo tornado del profeta Moisés, pues es de saber que este es más antiguo que todos los escritores griegos. 9. Y, en general, cuanto filósofos y poetas dijeron acerca de la inmortalidad del alma y de la contemplación de las cosas celestes, de los profetas tomaron ocasión no solo, para poderlo entender, sino también para expresarlo. 10. De ahí que parezca haber en todos, unos como gérmenes de verdad; sin embargo, se demuestra no haberlo entendido exactamente por el hecho de que se contradicen unos a otros. 11. En conclusión, si decimos ,que los acontecimientos futuros han sido profetizados, no por eso afirmamos que sucedan por necesidad del destino; lo que afirmamos es que Dios conoce de antemano cuanto ha de ser hecho por todos los hombres, es decreto suyo recompensar a cada uno según el merito de sus obras, y por ello justamente predice por medio del Espíritu profético lo que a cada uno ha de venir de parte de Él, conforme a lo que sus obras merezcan: con lo que constantemente conduce al género humano a la reflexión y al recuerdo, demostrándole que tiene cuidado y providencia de los hombres. 12. Sin embargo, por la acción de los malvados demonios, se decretó pena de muerte contra quienes lean los libros de Histaspes, de la Sibila y de los profetas, a fin de apartar, por el terror, a los hombres de alcanzar, leyéndolos, conocimiento del bien, y retenerlos ellos como esclavos suyos; cosa que, en definitiva, no pudieron conseguir los demonios. 13. Porque no solo los leemos intrépidamente nosotros, sino, que, como veis, os los ofrecemos para que los examinéis vosotros, seguros como estamos que han de aparecer gratos a todos. Y aun cuando solo a unos pocos logremos persuadir, nuestra ganancia será muy grande, pues recibiremos del amo, como buenos agricultores, nuestro galardón.

 

LA ASCENSIÓN Y GLORIA DE JESÚS

45. Y ahora escuchad lo que dijo el profeta David de que Dios, Padre del universo, había de llevar a

Cristo al cielo después de su resurrección de entre los muertos, y retenerle consigo hasta a herir a los demonios, enemigos suyos, y completar el numero de los por Él de antemano conocidos como buenos y virtuosos, aquellos justamente por cuyo respeto no ha llevado todavía a cabo la universal conflagración. 2. Las palabras del profeta son estas: Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi derecha, hasta que ponga a tus enemigos por escabel de tus pies. 3. Vara de poder te enviara el Señor desde Jerusalén y tú  domina en medio de tus enemigos. 4. Contigo el imperio en el día de tu potencia en medio de los esplendores de tus santos. De mi seno, antes del lucero de la mañana, te he engendrado. 5. Ahora bien, eso que dice: “Vara de poder te enviara desde Jerusalén”, era anticipado anuncio de la palabra poderosa, que, saliendo de Jerusalén, predicaron por doquiera sus apóstoles, y que nosotros, a despecho de la muerte decretada contra los que enseñan o en absoluto confiesan el nombre de Cristo, por doquiera también la abrazamos y la enseñamos. 6. Y si también vosotros leéis como enemigos estas palabras nuestras, fuera de matarnos, como ya antes dijimos, nada podéis hacer; y eso, a nosotros, ningún daño nos acarrea; a vosotros, empero, y a todos los que injustamente nos aborrecen y no se convierten, ha de traeros castigo de fuego eterno.

 

46. Algunos, sin razón, para rechazar nuestra enseñanza, pudieran objetarnos que, diciendo nosotros que Cristo nació hace solo ciento cincuenta años bajo Quirino y enseñó su doctrina más tarde, en tiempo de Poncio Pilatos, ninguna responsabilidad tienen los hombres que le precedieron. Adelantémonos a resolver esta dificultad. 2. Nosotros hemos recibido la enseñanza de que Cristo es el primogénito de Dios, y anteriormente hemos indicado que Él es el Verbo, de que todo el género humano ha participado. 3. Y así, quienes vivieron conforme al Verbo, son cristianos, aun cuando fueron tenidos por ateos, como sucedió entre los griegos con Sócrates y Heráclito y otros semejantes, y entre los barbaros con Abraham, Ananías, Azarías y Misael, y otros muchos cuyos hechos y nombres, que sería largo enumerar, omitimos por ahora. 4. De suerte que también los que anteriormente vivieron sin razón, se hicieron inútiles y enemigos de Cristo y asesinos de quienes viven con razón; mas los que conforme a esta han vivido y siguen viviendo son cristianos y no saben de miedo ni turbación. 5. Ahora bien, por qué causa nació hombre de una virgen por la virtud del Verbo conforme al designio de Dios, Padre y Soberano del universo, y fue llamado Jesús –y después de crucificado y muerto resucitó y subió al Cielo, el lector inteligente podrá perfectamente comprenderlo por las largas explicaciones hasta aquí dadas. 6. Por nuestra parte, comoquiera que no sea al presente necesario demostrar ese punto, pasaremos por ahora alas demostraciones más urgentes.

 

LAS SEMILLAS DEL VERBO EN LA APOLOGÍA II, 7.13 DE SAN JUSTINO

 

LA SEMILLA DEL VERBO

7 (8). Y aun algunos que profesaron la doctrina estoica, sabemos que han sido odiados y muertos, pues por lo menos en la ética se muestran moderados, lo mismo que los poetas en determinados puntos,  por la semilla del Verbo, que se halla ingénita en todo el género humano. Tal Heráclito, como antes dijimos, y entre los de nuestros tiempos, Musonio y otros que sabemos. 2. Porque, como ya indicamos, los demonios han tenido siempre empeño en hacer odiosos a cuantos, de cualquier modo, han querido vivir conforme al Logos y huir de la maldad. 3. Nada, pues, tiene de maravilla si, desenmascarados, tratan también de hacer odiosos, y con más empeño, a los que viven no ya conforme a una parte del Verbo seminal, sino conforme al conocimiento y contemplación del Verbo total, que es Cristo. Ellos recibirán digno tormento y castigo, encerrados en el fuego eterno. 4. Pues si ya ahora son vencidos por los hombres en el nombre de Jesucristo, ello es aviso del futuro castigo en el fuego eterno que les espera a ellos y a quienes les sirven.  5. Así de antemano lo anunciaron todos los profetas y lo enseñó también nuestro maestro Jesús.

 

EL CRISTIANO

13. Porque también yo, al darme cuenta de que los malvados demonios habían echado un velo a las divinas enseñanzas de Cristo con el fin de apartar de ellas a los otros hombres, desprecie lo mismo a quienes tales calumnias propalaban que el velo de los demonios y la opinión del vulgo. 2. Yo confieso que mis oraciones y mis esfuerzos todos tienen por blanco mostrarme cristiano, no porque las doctrinas de Platón sean ajenas a Cristo, sino porque no son del todo semejantes, como tampoco las de los otros filósofos, estoicos, por ejemplo, poetas e historiadores. 3. Porque cada uno hablo bien, viendo lo que con él tenía afinidad, por la parte del Verbo seminal divino que le cupo; pero es evidente que quienes en puntos muy principales se contradijeron unos a otros, no alcanzaron una ciencia infalible ni un conocimiento irrefutable. 4 Ahora bien cuanto de bueno esta dicho en todos ellos, nos pertenece a nosotros los cristianos, porque nosotros adoramos y amamos, después de Dios, el Verbo, que procede del mismo Dios ingenito e inefable; pues Él, por amor nuestro, se hizo hombre para ser particionero de nuestros sufrimientos y curarlos. 5. Y es que los escritores todos solo oscuramente, pudieron ver la realidad gracias a la semilla del Verbo en ellos ingénita. 6. Una cosa es, en efecto, el germen e imitación de algo que se da conforme a la capacidad, y otra aquello mismo cuya participación e imitación se da, según la gracia que de aquel también procede.

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